Estas dos grandes compañías han manifestado su rechazo al plan “Buy American” argumentando que las redes de telecomunicaciones contienen partes de todo el mundo. Este proyecto corresponde a una de las nuevas medidas promovidas por la administración Obama para impulsar la economía, el llamado “Buy American” o “compre productos americanos”, está levantando polémicas entre las compañías tecnológicas. Dos importantes firmas del sector, como Cisco Systems y Alcatel-Lucent han mostrado su oposición a este programa que pretende destinar 7.200 millones de dólares para expandir el acceso a Internet de alta velocidad. Cisco se ha dirigido directamente a la agencia americana que está poniendo en marcha la iniciativa de banda ancha, señalando que el requerimiento exclusivo de componentes estadounidenses sería “totalmente ineficiente” y supondría “una salida radical” de las reglas de libre competencia del mercado. Tanto esta compañía como Alcatel consideran que las normativas podrían frenar los proyectos que suponen un estímulo para las redes de telecomunicaciones, dado que éstas contienen partes fabricadas en todo el mundo, según recoge la pagina web Bloomberg. “Estamos hablando de tecnologías que ya no se hacen en Estados Unidos y que se necesitan a escala mundial”, señala el vicepresidente de asuntos públicos de Alcatel, John Marino.
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