Un promedio de velocidad de 225 kilómetros por hora fue marcado por un coche impulsado por vapor. Nunca antes un auto de este tipo había alcanzado tal aceleración. La pista de la base aérea Edwards, en California, fue la sede de esta prueba histórica, avalada por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). El piloto encargado de conducir este auto de vapor fue el inglés Charles Burnett.
El auto en su integridad fue diseñado y ensamblado por técnicos de nacionalidad británica, así lo informo el diario londinense Times. Dicho record se estableció calculando el promedio de velocidad de 3 carreras, la carrera más lenta fue de 219kph (136mph), y la más rápida fue de 243kph (151mph). Asombrosamente, el récord anterior data de hace 103 años, impuesto por el piloto Fred Marriot en el 1906 en un auto bautizado el Stanley Steamer, a una velocidad de 204kph (127mph).
Enlace: The Guardian