22 de agosto de 2009

La Paradoja de Heinrich Olbers del porque el cielo nocturno es negro

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Aún en la más clara noche de invierno, con el cielo lleno de estrellas, seguimos viendo un negro telón de fondo. Sin embargo, en un universo estático e infinito el cielo nocturno debería ser totalmente brillante, sin regiones oscuras o desprovistas de luz. Fue el astrónomo alemán Heinrich Wilhelm Olbers quien se ocupó seriamente de este asunto en 1823, formulando la paradoja que lleva su nombre. ¿Por qué el cielo nocturno es oscuro si existen infinitas estrellas que habrían de iluminarlo como si fuera de día? Esta pregunta se la hicieron astrónomos de la talla de Kepler y Halley, pero no encontraron una respuesta satisfactoria. Cualquiera puede ver que durante la noche el cielo que hay entre las estrellas es negro, hecho que aparentemente contradice que el Universo sea infinito.

En 1823, al plantear su paradoja de manera formal, Olbers propuso como solución que el cielo era oscuro de noche porque “algo” en el espacio bloqueaba la mayor parte de la luz estelar que debía llegar a la Tierra. La respuesta correcta es: que el universo no tiene energía suficiente para “encender” el cielo nocturno. El espacio (las distancias) entre las estrellas (o las galaxias) es tan grande que no pueden rellenar estos espacios con una radiación brillante que ilumine el cielo nocturno. Que el universo sea finito en extensión (o no) o que tenga una vida finita (o no) no son relevantes para la respuesta correcta. Eso sí, es importante que la velocidad de la luz sea finita, en caso contrario no se podría explicar la paradoja en un universo infinito y eterno, y habría que recurrir a un universo donde las estrellas tienen edad finita o el propio universo tiene edad finita (como el nuestro).


Visto en: Neoteo-La Paradoja de Olbers